Caminando el otro día por los Champs Élysées, observé como todo el mundo hacía lo imposible por acercarse lo más posible y meterse dentro del gran monumento.
Me paré un segundo, a muchos metros de distancia y pensé, que en el turismo, como en la vida, hay una cierta tendencia a tratar de verlo todo desde dentro...
Absurdo ¿no? sólo cuando observas los problemas tratando de salir fuera de la propia subjetividad es cuando encuentras las buenas soluciones.
Solo cuando te colocas a una distancia prudencial, te deleitas verdaderamente con la totalidad de la obra...
¿Veis la Torre Eiffel al fondo?
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